La gastronomía de Andorra es una mezcla de las cocinas española (sobre todo catalana) y francesa (especialmente provenzal). Sin perder el encanto de las bordas o casas de montaña, Andorra ha mejorado y modernizado su oferta gastronómica.
UBICACIÓN:
Recorrido fotográfico:
El Principado de Andorra es un pequeño país soberano del suroeste de Europa, constituido en Estado independiente, de derecho, democrático y social, cuya forma de gobierno es el coprincipado parlamentario
Capital:Andorra la Vieja
Moneda:Euro
Población:78.360 (2012)
En todo caso, su oferta se sigue basando en algunos productos básicos, de las carnes de cerdo a la trucha, pasando por los caracoles o las setas. Efectivamente, Andorra posee el clima ideal para ser un paraíso micológico.
Lo hacen posible sus extensos bosques, su vegetación exuberante y el clima continental.
Así, encontramos boletos anillados, cabezas de fraile, foliotas flexibles, clitocibes inversos, rebozuelos, neguillas y el humilde níscalo. En la cocina dan lugar a exquisiteces como la crema de colmenillas, el arroz con rebozuelos o la sopa de senderuelas. En Andorra, la coca catalana se transforma en la coca masegada.
También como primer plato podemos optar por las lentejas y el arroz, cocinados de diversas maneras, y la catalana escudella, un potaje de legumbres aderezado aquí con el sabor del Principado.
Otra receta clásica son los caracoles a la llauna. De entre las carnes, tiene prioridad el cerdo.
Deliciosas las rostes al mel, unas lonchas de cerdo rehogadas en miel y vinagre. Con cordero, las costelles a la losa, fritas en manteca de cerdo y aderezadas con ajo. También gusta la caza: ciervo, sarrio, perdiz, conejo y hasta ardilla.
El cuscús, el cassoulet, el civet de venado y jabalí o la perdiz a la vinagreta son platos muy andorranos. La riqueza de los ríos andorranos también proporciona truchas. La trucha a la andorrana, o también la trucha a la molinera, son dos recetas típicas, aunque también se consumen bañadas por cava o vino, al horno, asadas o con salsas al estilo francés.
Para un final dulce, postres como las mousses, las crepes dulces, las torrijas y la coca catalana, que en Andorra se transforma en la coca masegada. De su pastelería, la tarta de limón, la de manzana, pastelillos de chocolate y los orejones de melocotón.