El Pavilhao Chinés, café elegante de Lisboa

Pavilhao Chines

 

La bohemia y nostálgica Lisboa invita a pasar la tarde paseando por sus calles, disfrutando del tintineo de los tranvías, del sonido lastimero de algún fado que se escapa de entre los muros o el aroma sugerente de una taza de café caliente. La noche parece que cae solicitando permiso para posarse en los tejados rojos, y durante el intervalo de tiempo en el que el sol desaparece del escenario del horizonte, cientos de turistas buscan los rincones más secretos de esta ciudad.

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Uno de estos lugares es sin duda el Pavilhao Chinés, un precioso café-bar ambientado en los años veinte y que resume en poco espacio el encanto que te puede producir una ciudad como esta. Soy un enamorado de las cafeterías elegantes y coquetas, aquellas en las que puedes sentarte relajadamente a leer un libro casi esperando que en cualquier momento pueda aparecer por la puerta algún ilustre escritor de otros tiempos.

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Aquí podéis probar el sabor legendario de los cafés de Lisboa, un té llegado de quién sabe qué tierras o algún cocktail cuando la noche ya viste de ropajes oscuros las calles de la ciudad. También se sirve comida rápida: sandwiches, pastas, etc… La decoración nos traslada en un pequeño viaje en el tiempo a cualquier punto del Barrio Alto de los siglos XVIII, XIX y XX. Volar la imaginación y situarnos en otra época y otros lugares mientras disfrutamos de un café y la compañía.

 

El Pavilhao Chinés nos impregna nada más entrar en un mundo clásico, a la antigua. Hay muebles que seguramente vistieron casas señoriales, enormes lámparas de luz amarilla, cuadros y fotografías de personajes de otros siglos, vitrinas, cristaleras… e incluso una enorme estantería con soldaditos de plomo, juguetes variados y todo lo que podáis imaginar. Si es la primera vez que venís os pasaréis buena parte de la velada con los ojos completamente abiertos y mirando en derredor.

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Aquí es curiosa hasta la forma de entrar, porque una vez en la puerta debemos llamar a un timbre para que nos abra un camarero. Este nos acompaña a una mesa que esté libre, como si entráramos en nuestra propia casa o hayamos sido invitados a algún cócktail de un eminente señor de la ciudad. Hay cafés y tés para todos los gustos. La carta es bastante amplia y, ya que estamos, ¿porqué no probar alguno del que jamás hayamos oído hablar? El lugar invita a ello…

 


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El Pavilhao Chinés se encuentra en la Rua Dom Pedro V 89-91, en el Barrio Alto