“La Roja” tiene Curitiba como su cuartel general durante el Mundial de Fútbol de Brasil, que comienza el jueves. Esta ciudad, capital del estado de Paraná, tiene cerca de 1,8 millones de habitantes y uno de los mejores índices de áreas verdes del país.
En concreto, esta urbe cuenta con 30 parques y bosques y un proporción nada desdeñable de 52 metros cuadrados de área verde por habitante.
El Instituto Brasileiro de Turismo, Embratur, destaca que esta ciudad es referente mundial en desarrollo sostenible. Cuenta con un sistema innovador de transporte, educación ambiental permanente y numerosas intervenciones sociales que la transformaron hace ya más de tres décadas. Otra de las características que la hacen única en materia de sostenibilidad es la separación de la basura doméstica, con su premiada iniciativa “Lixo que não é Lixo” (“Basura que no es Basura”), de 1989, todo un modelo de atención al medio ambiente.
En cuanto a sus gentes, su personalidad se formó durante todo el siglo XX, cuando inmigrantes de toda Europa se instalaron en ella, y ella absorbió sus fiestas, tradiciones, música y gastronomía. Esta diversidad queda patente también en monumentos relacionados a la inmigración, que se pueden contemplar en los espacios públicos.
Pero si hay un lugar verde reconocido internacionalmente, cerca de este cuartel general de La Roja, son las cataratas de Iguazú. A algo menos de 700 kilómetros de Curitiba, supone uno de los principales focos turísticos del país, con 1,5 millones de visitas al año. Además de la espectacularidad de la zona, llegar hasta ellas permite al viajero descubrir una cantidad importante de flora y fauna con peligro de extinción.
Bosque del Papa: Fue bendecido por el Papa Juan Pablo II en 1980 y es una de las zonas verdes más visitados por los locales.
Ópera de Alambre: Fue construida en un plazo de 75 días para la primera edición del Festival de Teatro de Curitiba, en 1982. Es todo un símbolo arquitectónico de la ciudad.
Parque de San Lorenzo: Carril bici, un lago y el Centro de la Creastividad se concentran en este espacio de gran riqueza vegetal.
Jardín Botánico
Inaugurado en 1991, ocupa una superficie de 245.000 mil kilómetros cuadrados. Tiene jardines de estilo francés y senderos a través del bosque nativo. Con biblioteca, auditorio y espacio para exposiciones, su arquitectura de estructura metálica y estilo art noveau fue inspirada en un palacio de cristal que existe en Londres.
Museu Niemeyer
Con más de 3.000 piezas en sus estanterías, de artistas brasileños como Tarsila do Amaral, Cândido Portinaria y Caribé, acoge interesantes muestras temporales.
Paço da liberdade
Fue la sede del Ayuntamiento de Curitiba, inaugurada en 1916. Es el único monumento de Paraná declarado Bien cultural por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil.
Sola do Barao
Complejo cultural que reúne, entre otros, el Museu da Fotografia, el Museu da Gravura y el Museu do Cartaz. También tiene un Gibiteca -biblioteca de cómics- inaugurada en 1982 con 45.000 ejemplares.
Sólo como un breve apunte:
Batel: Uno de los barrios nobles de la ciudad, con sofisticados locales.
Centro: Con una programación alternativa.
Teatro Guaíra: Epicentro cultural por excelencia, lugar para grandes representaciones teatrales o musicales.
La gastronomía típica de la ciudad da buena cuenta de su mestizaje cultural. Entre ellos, destaca el barreada -carne cocida durante más de 20 horas-, servida con arroz y harina de yuca, pollo con polenta -herencia de la cocina de los inmigrantes italianos- o carne de onça, cuyo origen está en la Europa del Este.