A unos 50 kilómetros de Barcelona, Sant Sadurní d’Anoia concentra la mayoría de productores de este vino espumoso, el segundo del mundo en consumo tras el champán.
San Sadurní de Noya es una población española de la Comarca del Alto Panadés, en la provincia de Barcelona
Ubicación:
A la entrada de la localidad, un cartel lo anuncia: “Bienvenidos al país del Cava”. En torno a esta localidad, más de mil kilómetros de cavas recorren el subsuelo del Alt Penedés.
En Vilafranca del Penedès, recorrer las calles en torno a la iglesia y al claustro de Sant Francesc es como echar un pulso al paso del tiempo.
En estos parajes mediterráneos, en 1872, nació el Cava, según el método de elaboración del champán francés. Josep Raventós i Fatjó, de la histórica casa Codorníu, elaboró las primeras 3.000 botellas de Cava.
La sede de las cavas Codorníu, obra del arquitecto Puig i Cadafalch, son una obra maestra del modernismo declarado monumento histórico-artístico. Josep Raventós i Fatjó elaboró las primeras 3.000 botellas de Cava en 1872 El otro pilar de la región es Freixenet.
Su historia se remonta a 1861. En 1927 se construyeron las Cavas Freixenet; cinco naves, diseñadas por el arquitecto modernista Josep Ros i Ros.
Ya en 1929 se llevo a cabo una ampliación con un nuevo edificio de tintes novecentistas. Son las mayores, sin duda, pero en toda la comarca del Penedès hay hasta 185 grandes, medianos y pequeños productores adscritos al Consejo Regulador del Cava.
En el centro de Sant Sadurní d’Anoia, en la plaza de Manuel Raventós, hay una enoteca donde detenerse mirando las etiquetas de sus estanterías: Cal Feru, fundada en 1934.
También interesa acercarse a la cautivadora iglesia románica de Sant Benet d’Espiells, de una sola nave. En Vilafranca del Penedès, recorrer las calles en torno a la iglesia y al claustro de Sant Francesc es como echar un pulso al paso del tiempo. Toca pasear y admirar la Plaza Jaume I y subir las escaleras de caracol que ascienden hasta el campanario de la iglesia de Santa María para contemplar el paisaje.
En Sant Martí Sarroca sobresale el Turó de la Roca, una peña sobre la que descansa el imponente conjunto que forman el castillo de Sant Martí (siglo X) y la iglesia románica de Santa María (siglo XII), catalogada como Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional. Otra opción es visitar la montaña de Olèrdola, sobre la que se instaló en su día un campamento militar romano.